En el día del Señor se nos preceptúa gozar de la alegría que conlleva una jornada especialmente dedicada a Él. La ausencia de trabajo externo nos permitirá la paz que precisamos. Estamos invitados a recoger nuestro corazón, a entrar en la morada interior donde Dios habita. El que ama comprende la inmensa dicha de estar solo: ahí puede encontrarse con Aquel que lo aguarda.
--------
29:13
--------
29:13
2025-11-08 Jesús veinticuatro siete
En su primera carta, san Juan nos invita a experimentar lo mismo que él: la comunión con Cristo. Podemos entrar en contacto con el Señor, con su Santísima Humanidad, en todo momento: no tenemos ninguna cortapisa. Veinticuatro horas al día, siete días a la semana, las cincuenta y dos semanas del año.
--------
27:15
--------
27:15
2025-11-07 Les deseo que sean consolados en sus corazones
A los Colosenses (2, 2), san Pablo manifiesta su amor paternal cuando les dice “les deseo que sean consolados en sus corazones”. Y es que el hombre es un indigente, carente, necesitado de consuelo. Y lo es particularmente en el fondo de su yo, en su corazón. Ese consuelo es Jesús y, al recibir su consuelo, nos convertimos en consoladores. Seremos consolados con la oración contemplativa, donde hay verdaderos encuentros y uniones.
--------
30:08
--------
30:08
2025-11-06 Para amar la cruz
Para amar la Cruz hay que ver en ella al Crucificado, porque ahí descubrimos el amor hasta el extremo. En cada una de nuestras negaciones manifestamos que el amor al Señor es mayor que nuestro egoísmo. Necesitamos ir contracorriente, pues de otro modo nos arrastra lo placentero. En otras palabras, si no me planteo constantemente la renuncia, la penitencia, acabaré huyendo de ella. Jesús no vino a suprimir el dolor, sino a llenarlo con su presencia.
--------
28:28
--------
28:28
2025-11-05 Ver y oír a Cristo
“Mamá, déjame rezar sin leer el libro”, pedía una niña. Y explicó: “Porque cuando leo me distraigo, pero sin libro no me distraigo porque le hablo a Jesús”. Nuestra oración es ver y oír a Cristo, siguiendo el ejemplo de san Pablo: se trata de conocerlo a Él. Vayamos a orar con ansias de enamorado, con deseos de lograr la identidad.
Pláticas de contenido espiritual, también llamadas “meditaciones”. Pueden ser una ayuda para tu trato con Dios. Estas meditaciones han sido predicadas por el Pbro. Ricardo Sada Fernández y han sido tomadas de la página http://medita.cc